¡Quién dijo miedo al horno en verano! Esta mañana temprano he decido ponerme manos a la masa y experimentar TACHÁN TACHÁN Galletas María BLW aptas para todos y el resultado ha merecido la pena porque a #littlevega le han encantado y estas si que si, ni azucar añadido ni sal. Aquí os paso la receta y espero que os guste.
Ingredientes para unas 30 galletas:
- 375 g de harina integral de avena,
- 7,5 g de levadura química,
- El puré de una manzana grandecita,
- 125 ml de aceite de oliva virgen extra,
- 1 huevo,
- Bebida vegetal de avena (2 ó 3 cucharadas, la que admita la masa).
Manos a la masa:
Por un lado tamizaremos la harina integral de avena junto a la levadura y mezclamos todo bien.
Ponemos en un bol el huevo y lo batimos bien, añadimos el aceite y el puré de manzana y batimos bien hasta que quede homogéneo.
Añadimos la harina de avena y la levadura que teníamos reservado en otro bol a la mezcla anterior, mezclamos.
Quedará muy desmigado, le añadimos leche poco a poco bien en el bol de la batidora o amasando a mano, hasta que la masa se despegue de las paredes del bol.
Terminamos de amasar con las manos, formamos una bola.
La dejamos reposar una media hora hasta que si clavamos un dedo este se queda marcado y no desaparece enseguida, esto nos dirá que la masa ya está lista.
Estiramos la masa sobre la encimera, es una masa muy manejable, no se pega nada. La haremos más o menos fina según nos gusten las galletas más o menos crujientes.
Cortamos con el cortapastas que elijamos, en el caso de que no tengamos podemos hacerlo con el borde de un vaso o copa según como las queramos de grandes.
Los recortes de masa que vamos retirando al marcando las galletas los volveremos a hacer una bola para amasar posteriormente y repetiremos el proceso hasta que ya no nos quede más masa.
Las vamos poniendo sobre una bandeja de horno con papel de hornear un poco separadas entre sí.
Por último antes de hornear las pintamos con bebida vegetal de avena.
Las horneamos a 180º C unos 15 ó 20 minutos, hasta que las veamos ligeramente doradas.
Las dejamos enfriar sobre una rejilla.
¡Qué aproveche! nosotros hemos tenido una catadora de lujo.
